Fobias, ¡que no te asusten!

Todos esconden dentro de sí algún miedo, lo cual es normal; es parte de los instintos de supervivencia tenerle miedo a un peligro real, mas no es lo mismo con las fobias. Según el Manual diagnósti-co y estadístico de los trastornos mentales (DSM- IV), la fobia es un trastorno de ansiedad que se convierte en algo que limita significativamente la vida cotidiana; la ansiedad y el miedo es intenso, puede ser a algo real o imaginario, ya sea irracional o excesivo. Otra característica de la fobia es que la persona evita constantemente el estímulo fóbico. El sicólogo Edgar Isaac de León Serna comparte con EL DEBATE información interesante acerca del am-plio mundo de las fobias.

Síntomas

Los síntomas físicos son dificultad para respirar, sensación de perder el control, taquicardia, posibilidad de desmayo, sensación de cuerpo débil, preocupación excesiva, ansiedad, miedo intenso, temblores en el cuerpo. Las personas pueden desarrollar reacciones fóbicas a los animales (por ejemplo, las arañas), actividades (por ejemplo, volar), o situaciones sociales (por ejemplo, comer en público o simplemente estar o hablar en un ambiente público). Las fobias afectan a personas de todas las edades, de todos los ámbitos de la vida y en cada parte del mundo.

Tipos mas comunes

Estos padecimientos van desde la fobia específica (miedo a cosas en específico) como objetos, lugares o animales. Entre las fobias más comunes están la agorafobia (miedo a estar en un lugar público o abierto sin forma de escapar de un ataque de pánico o una crisis), la fobia social (miedo a hablar en público), la claustrofobia (miedo a espacios cerrados, por ejemplo, el elevador), la acluofobia (miedo a la oscuridad), la acrofobia (miedo a las alturas) y la aracnofobia (miedo a las arañas).

Opinión psicológica

Las fobias son trastornos adquiridos, es decir, no nacemos con ellas ni son hereditarias, sino que son respuestas que hemos aprendido. Por lo común, en cualquier etapa de nuestra vida, ya sea la infancia, adolescencia o adultez, vivimos experiencias reconfortables y algunas difíciles. La fobia aparece mediante la asociación de la respuesta de temor o ansiedad a una experiencia desagradable o difícil. Si una situación nos provoca malestar y la evitamos, estaremos reforzando ese miedo, que irá creciendo y haciéndose más fuerte. Si, por ejemplo, un niño se siente incómodo al estar con personas desconocidas y se siente mal por tener que acudir al cumpleaños de un compañero del colegio, puede fingir que se encuentra enfermo para no ir. Al evitar esa situación, su ansiedad se reducirá y se sentirá mejor, con lo que está consiguiendo que su miedo se fortalezca, y encaminándose hacia una fobia social. Una timidez mal llevada, con el tiempo podría desencadenar en una fobia social. Sin embargo, una ansiedad leve en otra situación puede ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones amenazadoras o difíciles.

Recomendaciones

Según el psicólogo Edgar Isaac de León Serna, “lo ideal es proponerse y animarse a acercarse gradualmente a lo temido, ya sea solo o con algún amigo, familiar o persona que le inspire confianza para disminuir la ansiedad y comprobar que no existe peligro objetivo alguno”.